(c) De lógica, ética y moral IXL
El deporte de equipo como estrategia bélica tiene cierto sentido, especialmente linguístico, línea defensiva, línea de ataque, repliegue, despliegue, flanco o bandas, tiro a puerta...etc. Desde luego existe cierta agresividad en el deporte pero ésta tiene origen normalmente en el deporte como objeto y no como sujeto. Y si fuera en el segundo caso estaríamos ante distintas naturalezas del ego, del yo. Las guerras entre el Tibet y China, dos países orientados al sujeto, tienen su origen, precisamente en formas enfrentadas del yo, en el primer caso relacionados con la religión de los lamas y en el segundo con el budismo, aunque ciertamente el ateísmo es la religión del comunismo. Dos egos opuestos y enfrentados, supone dos concepciones del mundo radicalmente distintas lo que da origen a la violencia y la guerra.
El lenguaje variará en función de si estamos en un país orientado al objeto o un país orientado al sujeto. En el primer caso, la importancia de la estrategia de pizarra, las líneas, la geometría, la posición de los jugadores o de su estrella deportiva, la estadística...etc. adquirirán un sentido lógico. En el segundo caso, el deporte encierra una psicología, un sentimiento que se transmite en el campo o a través de locutores de radio o de televisión que viven el partido o el encuentro. La estrategia de pizarra pasa a un segundo plano y expresiones como "sudar la camiseta", "dejarse la piel en el campo" o esforzarse, ocupan el primer lugar. Si retrocedemos al origen del fúbol, nos encontramos con países profundamente orientados al objeto como Reino Unido, donde el fútbol es una imagen de lo militar.
La finalidad de un juego o un deporte es ganar, vencer al contrario, lo que representa una moral dentro de lo que se llama juego limpio, fair play, en inglés. Pocas veces o ninguna, la victoria militar se realiza a través del juego limpio ya que la no-ética relacionada con el principio de unidad de estado, invalida el juego limpio, sujeto a unas normas de respeto hacia el contrario, es decir, relacionado con principios de igualdad y antiguamente con principios de caballerosidad. El héroe, la estrella, la figura, representa la individualidad relacionada con el objeto.
Finalmente, A. escribe sobre la violencia en el deporte, los fanáticos o hooligans. Reclama una pedagogía del deporte, aunque posiblemente dos equipos orientados al objeto, compiten y tienen, ante la victoria, el mismo premio, recompensa, utilidad o beneficio. Para que unos ganen, otros tienen que perder. Ganar o perder tienen distinta carga psicológica en función de que seamos sujeto u objeto del deporte. A. destaca su carga simbólica, el triunfo del club, de la ciudad, del país o de la nación. El deporte cuando se gana, refuerza el yo, el espíritu laboral, deportivo, familiar, nacional...etc. y sucede lo contrario cuando se pierde.
Doy por finalizada esta entrada. 13/02/2019
El deporte de equipo como estrategia bélica tiene cierto sentido, especialmente linguístico, línea defensiva, línea de ataque, repliegue, despliegue, flanco o bandas, tiro a puerta...etc. Desde luego existe cierta agresividad en el deporte pero ésta tiene origen normalmente en el deporte como objeto y no como sujeto. Y si fuera en el segundo caso estaríamos ante distintas naturalezas del ego, del yo. Las guerras entre el Tibet y China, dos países orientados al sujeto, tienen su origen, precisamente en formas enfrentadas del yo, en el primer caso relacionados con la religión de los lamas y en el segundo con el budismo, aunque ciertamente el ateísmo es la religión del comunismo. Dos egos opuestos y enfrentados, supone dos concepciones del mundo radicalmente distintas lo que da origen a la violencia y la guerra.
El lenguaje variará en función de si estamos en un país orientado al objeto o un país orientado al sujeto. En el primer caso, la importancia de la estrategia de pizarra, las líneas, la geometría, la posición de los jugadores o de su estrella deportiva, la estadística...etc. adquirirán un sentido lógico. En el segundo caso, el deporte encierra una psicología, un sentimiento que se transmite en el campo o a través de locutores de radio o de televisión que viven el partido o el encuentro. La estrategia de pizarra pasa a un segundo plano y expresiones como "sudar la camiseta", "dejarse la piel en el campo" o esforzarse, ocupan el primer lugar. Si retrocedemos al origen del fúbol, nos encontramos con países profundamente orientados al objeto como Reino Unido, donde el fútbol es una imagen de lo militar.
La finalidad de un juego o un deporte es ganar, vencer al contrario, lo que representa una moral dentro de lo que se llama juego limpio, fair play, en inglés. Pocas veces o ninguna, la victoria militar se realiza a través del juego limpio ya que la no-ética relacionada con el principio de unidad de estado, invalida el juego limpio, sujeto a unas normas de respeto hacia el contrario, es decir, relacionado con principios de igualdad y antiguamente con principios de caballerosidad. El héroe, la estrella, la figura, representa la individualidad relacionada con el objeto.
Finalmente, A. escribe sobre la violencia en el deporte, los fanáticos o hooligans. Reclama una pedagogía del deporte, aunque posiblemente dos equipos orientados al objeto, compiten y tienen, ante la victoria, el mismo premio, recompensa, utilidad o beneficio. Para que unos ganen, otros tienen que perder. Ganar o perder tienen distinta carga psicológica en función de que seamos sujeto u objeto del deporte. A. destaca su carga simbólica, el triunfo del club, de la ciudad, del país o de la nación. El deporte cuando se gana, refuerza el yo, el espíritu laboral, deportivo, familiar, nacional...etc. y sucede lo contrario cuando se pierde.
Doy por finalizada esta entrada. 13/02/2019
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