(c)De lógica, ética y moral XXXVIII
A. sorprende por la facilidad con la que expone los problemas sociales de los años ochenta, que siguen vigentes aunque han surgido algunos nuevos, normalmente relacionados con nuevos objetos o modificación de los mismos. El yo universitario ha sido modificado al variar la cantidad de materias impartidas y los años de licenciatura. El principio de libertad relacionado con el derecho individual a elegir, ha superado aparentemente al principio de máximo bienestar social. Los deshaucios y la crisis económica de origen supranacional, han originado un colectivo orientado al sujeto que se revela contra la normativa jurídica. El mundo orientado al objeto crea un sujeto orientado hacia el extranjero, los idiomas o las culturas de otros países. El yo nacional, cuyo objeto es también territorial pasa a un yo cosmopolita, con objetos de distinta procedencia.
El capítulo XXVI Narración e interpretación de la existencia, es el último de la primera sección de la segunda parte Moral de la vida cotidiana, moral y religiosa que consta de cuatro apéndices. La interpretación depende del con-texto, de su época, de unas pocas palabras clave que podrían pertenecer o no a la lógica. A. se considera a sí mismo como un texto literario vivo. Sin embargo, un relato o una obra de ética, no es más que un objeto inanimado. Para que el objeto se convierta en sujeto, se requiere de una identificación, de una dialéctica. A. escribe sobre el Quijote y la Biblia. En los dos casos, los autores y los personajes pertenecen al pasado y están muertos, pero el texto sigue vivo. ¿Cómo es ésto posible?.
Lo que subsiste es el espíritu quijotesco y el espíritu bíblico, de la misma forma que subsiste el espíritu de A., para ahondar en los problemas sociales relacionados con la ética. Si nadie hubiera escrito el Quijote o la Biblia, no podríamos hablar de espíritu quijotesco o bíblico, ya que sin materia concreta, el espíritu no tiene sentido y de la misma forma, sin espíritu bíblico o espíritu quijotesco, la Biblia y el Quijote, no habrían sido posibles. Posiblemente el espíritu quijotescto actual no es el mismo que en el pasado. Existe como decía Hegel una fenomelogía del espíritu, una evolución. Entonces, el yo bíblico o el yo quijotesco es una relación con un espíritu absoluto en evolución, es decir, con una historia. A. se pregunta si es el marxismo o el cristianismo cuentan siempre la misma historia para después responder negativamente, mencionando a pensadores marxistas como Lenin, Trotsky, Stalin, Lukacs...etc.
La posibilidad de inconformismo o rebeldía forman parte de la moral. El cristianismo ha evolucionado no hacia un sentimiento único ya que se han producido diversos cismas sino hacia un pensamiento, un texto único. El pensamiento y el sentimiento no coinciden y esta no coincidencia sirve de motor para un cambio cultural de naturaleza cíclica en el mundo. El objeto es modificado o en este caso, en el caso de la cotidianidad, algún elemento de la estructura de clase también ha sido modificado. Un objeto modificado supone una modificación del ego y una nueva ética. La pregunta ¿quién soy?, ¿alguien me comprende ?, dejan de tener sentido.
Doy por finalizada esta entrada. 08/01/2019
A. sorprende por la facilidad con la que expone los problemas sociales de los años ochenta, que siguen vigentes aunque han surgido algunos nuevos, normalmente relacionados con nuevos objetos o modificación de los mismos. El yo universitario ha sido modificado al variar la cantidad de materias impartidas y los años de licenciatura. El principio de libertad relacionado con el derecho individual a elegir, ha superado aparentemente al principio de máximo bienestar social. Los deshaucios y la crisis económica de origen supranacional, han originado un colectivo orientado al sujeto que se revela contra la normativa jurídica. El mundo orientado al objeto crea un sujeto orientado hacia el extranjero, los idiomas o las culturas de otros países. El yo nacional, cuyo objeto es también territorial pasa a un yo cosmopolita, con objetos de distinta procedencia.
El capítulo XXVI Narración e interpretación de la existencia, es el último de la primera sección de la segunda parte Moral de la vida cotidiana, moral y religiosa que consta de cuatro apéndices. La interpretación depende del con-texto, de su época, de unas pocas palabras clave que podrían pertenecer o no a la lógica. A. se considera a sí mismo como un texto literario vivo. Sin embargo, un relato o una obra de ética, no es más que un objeto inanimado. Para que el objeto se convierta en sujeto, se requiere de una identificación, de una dialéctica. A. escribe sobre el Quijote y la Biblia. En los dos casos, los autores y los personajes pertenecen al pasado y están muertos, pero el texto sigue vivo. ¿Cómo es ésto posible?.
Lo que subsiste es el espíritu quijotesco y el espíritu bíblico, de la misma forma que subsiste el espíritu de A., para ahondar en los problemas sociales relacionados con la ética. Si nadie hubiera escrito el Quijote o la Biblia, no podríamos hablar de espíritu quijotesco o bíblico, ya que sin materia concreta, el espíritu no tiene sentido y de la misma forma, sin espíritu bíblico o espíritu quijotesco, la Biblia y el Quijote, no habrían sido posibles. Posiblemente el espíritu quijotescto actual no es el mismo que en el pasado. Existe como decía Hegel una fenomelogía del espíritu, una evolución. Entonces, el yo bíblico o el yo quijotesco es una relación con un espíritu absoluto en evolución, es decir, con una historia. A. se pregunta si es el marxismo o el cristianismo cuentan siempre la misma historia para después responder negativamente, mencionando a pensadores marxistas como Lenin, Trotsky, Stalin, Lukacs...etc.
La posibilidad de inconformismo o rebeldía forman parte de la moral. El cristianismo ha evolucionado no hacia un sentimiento único ya que se han producido diversos cismas sino hacia un pensamiento, un texto único. El pensamiento y el sentimiento no coinciden y esta no coincidencia sirve de motor para un cambio cultural de naturaleza cíclica en el mundo. El objeto es modificado o en este caso, en el caso de la cotidianidad, algún elemento de la estructura de clase también ha sido modificado. Un objeto modificado supone una modificación del ego y una nueva ética. La pregunta ¿quién soy?, ¿alguien me comprende ?, dejan de tener sentido.
Doy por finalizada esta entrada. 08/01/2019
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