(c) De lógica, ética y moral XX

Llegamos al capítulo XIII que A. titula con Los caracteres de la crisis actual de la moral, reconociendo que existe una crisis y ésta es actual. A. se halla dentro de un mundo del objeto e intenta, sin conseguirlo, alcanzar un equilibrio con el mundo del sujeto. Todo lo relacionado con el objeto es material. A. descubre problemas morales en el individualismo que no es otra cosa que reforzar la importancia del objeto dentro del sistema. Un director de empresa es un elemento de un organigrama para el mundo del objeto pero es una persona con nombre y apellidos, orígenes, familia, horarios, hobbies, nivel cultural, carácter, experiencia...etc. para la plantilla o mundo del sujeto. Evidentemente la rotación de partidos en algunos países, supone llegar a un equilbrio ideológico de sentimientos y pensamientos, dentro de un ciclo político. Es ciertamente falso que las empresas norteamericanas estén dirigidas de forma colegiada si exceptuamos las multinacionales y grandes empresas. El líder empresarial y el líder político, tienen en un mundo del objeto, una función de equilibrio social y psíquico.

En los países comunistas, también aparecen líderes claros, que en el pasado eran exhibidos en grandes carteles instalados profusamente, lo que daba a entender la supremacía de la dirección única. Sin embargo, esto sólo era pura apariencia ya que en el mundo del sujeto, las decisiones necesitan el consenso de un grupo de personas y el líder nacional o empresarial obedece a un principio de unidad. A. escribe sobre el inconformismo de los años 80 entre la juventud, la crisis del estilo de vida, la visión del mundo o el conflicto con la moral religiosa. Creo que ningún problema de los años 80, puede considerarse un problema actual. El inconformismo se considera una adaptación a las circunstancias sociales y económicas dentro de cada clase social.

Los problemas de la gente joven, son como siempre, el determinismo o inmovilidad de la clase social y el estado de cosas que se prevee en el futuro. La gente joven tiene futuro y las personas mayores, pasado. El problema de los jóvenes se exterioriza con los botellones, los conciertos multitudinarios o programas televisivos como masterchef, operación triunfo, gran hermano o maestros de la costura. El objetivo fue, en un pasado próximo, ascender de clase. Los jóvenes tienen sueños y la gente mayor, recuerdos. Ascender de clase es, como vimos, prácticamente imposible por el principio de conservación. Se asciende si ésto ocurre, en el nivel de renta o bienestar. El descenso de clase no es una realidad pero toda una clase social puede descender dentro de un ciclo contractivo europeo en nivel de renta y bienestar.

El alejamiento de la juventud de los principios morales religiosos es un hecho y las bodas civiles superan actualmente las bodas eclesiásticas. El conflicto se encuentra en las relaciones de pareja donde el principio de igualdad de género entra en conflicto con otros principios, incluso en conflicto con un devenir histórico. También hay una alejamiento de la juventud de la política posiblemente a causa de la corrupción o simplemente por el hecho de que la política está relacionada con la madurez y una sociedad estable. La juventud suele ser políticamente escéptica. La no-moral política o religiosa está relacionada con el poder, un término no lógico. El sentimiento no moral sin culpa o remordimiento, se convierte en un antipensamiento lógico, en una irracionalidad política y religiosa. Para el común de los mortales, el sentimiento moral, en este aspecto, es de simple injusticia. El poder para la clase superior representa el bien común mientras que para la clase inferior es un falso orden y requiere legitimidad.

Doy por finalizada esta entrada. 15/01/2019

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