(c) De lógica, ética y moral VIII

En esta entrada profundizaré sobre el principio que rige la sociología y también sobre la moral y ética dentro de las relaciones laborales. Como todo el mundo sabe, Comte es el padre de la sociología. El principio de unidad y supervivencia o también principio de conservación de la especie no es algo nuevo. Todo lo que afecta a un grupo social está dirigido a reforzar dicho principio. De esta forma se consigue la cohesión del grupo relacionada con la política, el territorio, la etnia o la religión. La sociología se nutre de la economía, la psicología, la historia o el derecho, solamente si el principio de supervivencia lo hace necesario. Esto significa que un país modificará su sistema económico o político si ésto le aleja de la extinción o de su disolución. No es lo mismo una sociología de la historia que una historia de la sociología. La familia europea no es monógama por casualidad y la poligamia tampoco lo es en otros países. No existen patrones universales de familia y ésto significa que la forma de la familia es una variable lógica, una adecuación del sujeto al objeto. El matriarcado es sujeto, el patriarcado objeto.

Multitud de problemas morales o éticos se encuadran dentro de la familia o lo que se llama estructura familiar, simplemente porque la forma es repetitiva dentro de un país o un territorio. El sentimiento de seguridad, la necesidad de cooperación, está profundamente relacionado con el principio de supervivencia, y supone la continuidad de una forma o una estructura. La ética y la moral afectan a la familia, la empresa y las instituciones. Por ejemplo, un directivo que ordena un trabajo irracional a un trabajador o la realización de una actividad en un lugar inadecuado, forman parte de los problemas que la ética y la moral tienen que resolver. Sin embargo, los problemas laborales que no han sido solucionados a través del derecho son relativamente escasos, posiblemente porque el trabajo social data de la prehistoria y el sentimiento de las personas ha derivado en un pensamiento lógico, o normas jurídicas, orientadas al objeto "proceso productivo". El salario no está determinado por principios lógicos de economía ya que si fuera así, no podría ser considerado justo o injusto sino correcto o incorrecto. El conflicto surge porque el salario pertenece al mundo del espíritu laboral, el yo trabajador, el yo sujeto mientras que el producto forma parte del mundo material. Cuando la valoración forma parte del sentimiento, estamos ante una variable lógica que fluctúa hacia el equilibrio. Se podría decir que el producto marginal y el salario sufren cierto desfase. El salario es sentimiento, el producto marginal es pensamiento.

Regreso de nuevo al libro de A. abierto por el capítulo IV, Felicidad y moral, una relación entre placer y conocimiento, de acuerdo con Aristóteles, que curiosamente, fue acusado de impiedad antes de morir y abandonar Atenas. Lo que todos los hombres desean es la felicidad y éste es un objetivo ético. El hombre aspira a la contemplación, una elevación del espíritu y también de la materia, una forma de observar el mundo desde un tipo psicológico según Dilthey. La razón contemplativa es, de acuerdo con Hegel, un camino hacia el saber puro o espíritu absoluto y la contemplación, como tal, una fenomenología del espíritu, donde lo que es, coincide con lo que parece ser. De la Edad Media obtenemos un buen ejemplo. Se celebran juicios de Dios u ordalías. La iglesia católica alcanza un máximo material. Para una mayoría de personas, el placer, un principio psicológico del sujeto entra a formar parte de la felicidad como ingrediente principal. Como término lógico la felicidad ocasiona los mismos problemas que el término ética. Es una variable y cada individuo tiene una definición distinta del término. Si estamos ante una variable, la ética y la moral, y todo aquello relacionado, caen dentro del mundo de la lógica. La felicidad es, por tanto, lo que deseamos y se aleja de la ética o de "lo bueno en sí". El pseudo axioma d=b, se convierte en un materialismo regido por el principio psicológico de la utilidad que origina el pensamiento utilitarista dentro de un mundo orientado al objeto.

El capítulo V, lo dedica lógica y ordenadamente al utilitarismo y la economía del bienestar. Y nos podríamos preguntar cuál es la relación entre hechos poco éticos como hacer trampa jugando a las cartas, vaciar una caja registradora, vulnerar tiempos de veda, falsificar objetos, corromper menores, la pederastia, la infidelidad, el nepotismo...etc. con la economía o la sociología o sobre el por qué el hombre se aleja de los principios éticos.

Doy por finalizada esta entrada. 26/12/2019

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