(c) De lógica, ética y moral IV

De acuerdo con A., ética y moral coinciden, son la misma cosa. Sin embargo, el bagaje cultural obliga a diferenciar la ética de la moral ya que coloquialmente se entiende que la ética ocupa una jerarquía superior a la moral. Hablamos de ética cuando surgen problemas como la corrupción, el crimen, la traición o casos similares y escribimos sobre moral cuando hablamos de conducta sexual, maneras de vestir o de hablar.... En entradas anteriores he relacionado moral con sentimiento es decir todo aquello que va a suponer una transformación de la ética en el futuro. Podríamos hablar de la forma de casarse de algunas tribus o grupos étnicos minoritarios que consiste en secuestrar o huir con la novia. Posiblemente esta conducta produce o producirá un sentimiento de rechazo que se traslada con el tiempo a la normativa jurídica.

También podríamos mencionar la eutanasia dentro de sociedades del pasado relacionada con personas mayores que suponían una carga para el clan. No era entendida como asesinato o alejamiento ético, sino que estaba apoyada por las creencias religiosas, considerándola un bien para el anciano y la sociedad. No existe en nuestro ordenamiento jurídico ningún artículo acerca de la eutanasia aplicada a ancianos ya que los códigos solamente reflejan el hecho punible, es decir el objeto, independientemente de la edad o situación familiar. En un país anglosajón, el derecho está orientado al sujeto, al yo individual, al caso particular que adquiere importancia para determinar la inocencia o culpabilidad de una persona. Todo esto supone un conflicto lógico no resuelto. El derecho anglosajón es, en este sentido, sentimiento. Cada país o cada cultura tiene su propia moral y su propia ética que han nacido de historias distintas, dentro de una evolución linguística. La eutanasia, la desaparición del yo, es, por tanto, un problema ético que tiene distintas soluciones, conviertiéndose en un problema moral, un conflicto social, cada cierto tiempo.

Todo el mundo es consciente de lo que es ético y de lo que no lo es, a través de las normas jurídicas. Robar, asesinar, mentir produciendo un perjuicio, es poco ético. El propio lenguaje que utilizamos clarifica la cuestión. El robo es un crimen pero nadie califica un robo como inmoral, exceptuando algunos casos, como robar a un anciano o a un indigente, por ejemplo. En estos dos últimos casos, el sentimiento de rechazo es evidente, mientras que defraudar a hacienda, no supone un rechazo o una repulsa inmediata sino que impulsa una defensa de las herramientas jurídicas contempladas en el derecho triburario. Se pone en marcha, un mecanismo social regido por un principio pricológico fundamental, el principio de igualdad y de libertad.

El capítulo II de A. está dedicado a la negación de que exista una moral. Menciona de nuevo el determinismo aunque reconoce que dentro del determinismo existe la libertad. Es un hecho matemático que dentro de lo finito hallamos lo infinito. Fue Kant el que escribió que la ética era lo bueno en sí y ésto dependía de la voluntad y la voluntad a su vez, dependía del sentimiento. El determinismo, la opresión, la esclavitud, el soldado universal, las rutinas laborales diarias, generan un sentimiento moral y en una segunda fase, un pensamiento ético.

Doy por finalizada esta entrada. 18/12/2018

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